No importa cuál sea su edad, las luces intermitentes en el espejo retrovisor pueden hacer que su adrenalina bombee. Cuando un joven es detenido y arrestado, es una experiencia aterradora, y probablemente debería serlo. El miedo puede ser un gran incentivo para no volver a hacer algo. Sin embargo, si un joven menor de 18 años es detenido y acusado de un delito grave, puede cambiarle la vida no solo al niño, sino a los padres del niño.
Los adolescentes todavía no tienen la madurez suficiente para detenerse, pensar y realmente considerar qué tan serias son sus acciones y cuáles podrían ser las consecuencias. Especialmente si nunca han tenido problemas con la ley y nunca han tenido consecuencias legales. Por esta razón, es extremadamente importante consultar con un abogado con experiencia, que tenga experiencia no solo en la defensa de cargos penales, sino que también tenga experiencia en la defensa de menores.
El sistema de tribunales de menores es bastante diferente del sistema de tribunales de adultos en que se enfoca en la rehabilitación en lugar del castigo. Esto es algo que un abogado de defensa de menores con experiencia debe seguir recordando a la fiscalía porque tienden a olvidar esto. Mantener la acusación enfocada en cómo ayudar al menor en lugar de castigarlo es extremadamente importante para obtener el mejor resultado para el menor.
Igualmente importante es preservar el historial juvenil. Una herramienta que es extremadamente útil con esto es la entrada diferida de juicio. Prevenir un veredicto de culpabilidad o declaración de culpabilidad debe ser siempre la meta.
Si su hijo ha sido arrestado o está siendo acusado de un delito, su primer paso debe ser comunicarse con un abogado con experiencia en defensa criminal especializado en defensa de menores. Como defensor de su hijo, estar informado lo ayudará a tomar las decisiones correctas para su hijo.
Este artículo fue escrito por William Weinberg y publicado originalmente en el Blog del abogado defensor de California 27 de mayo de 2015